sábado, 31 de octubre de 2015

HALLOWEEN II

Nuevos relatos.  Cada uno tiene un detalle, una razón, un final,...pero todos tienen algo de su autor. 

RELATO Nº 1




INMACULADA MERINO FERNÁNDEZ (3º ESO A)

RELATO Nº 2
LA SOMBRA
-¡Baja ahora mismo!- gritó mi madre desde la cocina. Parecía enfadada, así que no quise hacerla esperar, dejé mi libro de matemáticas encima del escritorio y bajé las escaleras más rápido de lo normal, tanto que casi llegando al último escalón tuve que agarrarme a la barandilla porque casi me caigo.
-¿Qué significa esto?- dijo mientras señalaba un tarro de lasaña ya vacío encima del fregadero-¡estoy muy cansada de que lo dejes todo siempre tirado por ahí!
-Lo siento mamá, tenía muchas cosas en la cabeza y no me acordé de tirarlo -ella no parecía conforme con la respuesta, pero aun así puso cara de resignación y me dio la espalda.
Volví a subir las escaleras, esta vez tranquila, pues no tenía ganas de llegar al dormitorio, aún mis cosas estaban en cajas. Nos habíamos mudado hacía tres días, veníamos de Madrid, y ahora nos tocaba estar en un pueblo pequeño de Andalucía, en una casa vieja. Solo porque mamá estaba muy estresada allá en la ciudad y pidió el traslado. Yo sabía que aquello no era cierto, todo había ayudado que papá y ella se divorciaran, pero no podía culparla.
Aquella casa era tan vieja que sonaba toda la estructura por las noches, yo dormía con mamá desde que papá se fue, y la verdad, lo agradecía. Porque yo sola en aquella habitación tan grande, tan oscura, tan vieja, tan helada, se me ponían los pelos de punta solo de pensarlo.
 Yo siempre había imaginado el sur en manga corta, con el sol siempre brillando, y, sin embargo, parecía que no, que en la sierra, en pleno octubre, por las mañanas hacía frio, y por las noches era mejor dormir con edredón.
Era 31 de octubre cuando todo empezó. Mamá y yo decidimos ver el típico especial de Halloween que ponen en las emisoras de pago, películas muy antiguas y malísimas que al menos te hacen la noche más entretenida.
De repente, se fue la luz, y solo quedó la iluminación que daban las velas que habíamos encendido en la cocina para que se fuera el olor a quemado de la cena.
Sin más una sombra apareció al otro lado de la entrada. No parecía tener rostro, pero estaba demasiado lejos como para que la figura pudiera ser simplemente humana, parecía deforme a esa distancia. Mamá dio un grito cuando la silueta comenzó a acercarse a nosotras a través del pasillo. Sin lugar a dudas era la sombra de un hombre, era grande, alto, y llevaba capucha.
Tenía la sangre helada, estaba petrificada, muerta de miedo. Mamá se levantó, se fue a la cocina y me agarro del brazo para llevarme con ella, sólo en ese momento reaccioné para levantarme del sofá y correr. Ella cogió un cuchillo del primer cajón.
-Estoy armada, váyase y no lamentaremos daños- gritó desesperada desde la cocina. Pero desde allí ya no podíamos ver nada.

Teníamos que salir.
Mamá estaba delante de mí, pero allí ya parecía no haber nada. La luz volvió, y el estruendo de la tele nos hizo gritar a ambas. Salimos de la casa y llamamos a la policía, dio un repaso a toda la casa y allí no encontró nada. Así que volvimos a entrar, cogimos una manta y dormimos en la cama con la puerta atrancada y muertas de miedo.
Pero aquello solo fue el principio.

Lucía Naranjo Garrido 3º ESO - A


RELATO Nº 3


NURIA BECERRIL MORALES (3º ESO B)

RELATO Nº 4
Bienvenidos al Hotel Larence
-         ¡Jesús! ¿Estás listo?
-          Sí
-         Vale
Después de que Jesús bajara las escaleras Claudia y él se dirigen hacia el coche, cerrando la puerta,  se marchan a un hotel para pasar el puente de halloween.
-         El hotel dicen que es precioso y tiene piscina climatizada.
-         Vale, pero ¿Par dónde giro?
-         Gira a la izquierda.
Al llegar bajaron del coche y soltaron las maletas, se dirigieron a recepción.
-         Hola, buenos días
-         Buenos días. Bienvenidos al Hotel Larence. Tenemos a su disposición una piscina climatizada, bar restaurante y cafetería y una sala de juegos. Su habitación es la 305.
-         Vale, muchas gracias.
-         El empleado les acompañara.
Subieron las escaleras y llegaron a la habitación.
-         Bueno pues aquí tienen les ha tocado las 305, uff.
-         ¿Por qué suspira?
-         Bueno pues hace años paso aquí una historia que todavía o tiene un por que ni un por quien. Los empleados del hotel ni la directora no quisimos decir nada para no perder a los clientes. Hace poco vinieron unos expertos y dijeron que aquí no había nada entonces decidimos reabrir la habitación.
Una pareja  como vosotros vinieron para pasar un puente, y les tocó esta misma habitación. La primera noche la pasaron normal, pero cuando bajaron a desayunar, tenía cara de preocupados. Les pregunté que les pasaba  y estos dijeron  que habían escuchado un ruido muy extraño, no era un ruido conocido. A la siguiente noche, la pasaron bien pero al despertarse la chica, su marido no estaba. Bajó a desayuna creyendo que estaba allí pero no, pasó unas horas y no volvía así que asustada bajó a recepción y preguntó por él pero le contestaron que no lo habían visto, ella dijo que no  lo vio ir al servicio y se quedó dormida, ya no lo vio más. Pasada unas horas, pasó las veinte y cuatro horas y denunciaron su desaparición. La chica se fue adormir para estar descansada por la mañana, pero cuando reciben una llamada de su habitación  para pedir el desayuno, suben y se escucha un grito, el empleado asustado corriendo abre la puerta y no hay rastro de la chica solo un charco desangre, a partir de ahí no supieron  más de ella.
-         ¡¡¡¡Ufffff!!!! ¡¡¡¡qué tarde se me ha hecho!!! me tengo que ir, que pasen buena noche.


María García Sánchez  (3º ESO B)

RELATO Nº 5
LA ANTIGUA CASA
En una antigua casa a las afueras de un pueblo, vivía una familia compuesta por un padre una madre y un chico llamado Alan. 
En la casa antes había vivido una familia a la cual nadie quería en el pueblo por ser de una clase social distinta y por vivir alejada por un pueblo. 
Un día frío de invierno la gente decidieron matar a la familia, y a Alan lo enterraron al lado de la casa junto a un árbol. 
La familia que vivía actualmente allí, estaban muy cómodas la primeras semanas incluso decidieron comprar muebles y restaurar un poco la casa para quedarse definitivamente allí. Pero conforme que iba pasando el tiempo iban pasando cosas que no eran normales como muebles que se movían solos, cosas que cambiaban de sitio...
Un día Alan escuchó unos pasos en el sótano de la casa. Él estaba demasiado asustado ya que se encontraba solo en casa. Decidió bajar y de momento vio a un chico vestido de blanco y con la cara pálida que decía: “AYÚDAME”. 
Alan salió corriendo y llamo a la policía y a sus padres. La policía investigó pero no encontró nada. Sus padres y la policía no le creyeron y decía que estaba loco. 
Al día siguiente a Alan le ocurrió lo mismo. Al espíritu le daba coraje que a Alan le quisiera el pueblo y tuviera una buena familia y dinero. 
Entonces decidió  matar a la familia. 
El padre estaba muerto en la  cocina con un cuchillo en el cuello. La madre tuvo un accidente. Y finalmente Alan murió ahorcado en el mismo árbol donde fue enterrado aquel chico.
 Cristian Morales 3º ESO A

viernes, 30 de octubre de 2015

HALLOWEEN SÍ / HALLOWEEN NO (I)

Llegó el  día. 
Cada año se vuelve a repetir la misma polémica. 
Nosotros aprovechamos cada ocasión para escribir. 
Esta, también.
Hemos imaginado aventuras con finales trágicos, terroríficos,...y
personajes  fantasmagóricos y muy malos.

Os muestro algunas imágenes de los trabajos realizados.
Mostrando IMG_20151030_113136.jpg






     NADA ES LO QUE PARECE
El forense estuvo observando el mismo papel más de cinco minutos, no reaccionaba.                          Miró fijamente el cuerpo de Tamara, su cabello rubio recogido en una coleta, sus labios secos sin color, su cara pálida de un color azulado, como si la hubieran metido en un congelador durante días. Alzó su mirada hacia mis ojos y volvió a repetir la misma pregunta:
-Señorita, ¿Seguro que su amiga no tenía problemas de corazón?
-No doctor, Tamara no tenía problemas de corazón, es imposible que en sus análisis diga que murió de un infarto.
-Señorita, a su amiga le detectaron fallos en su corazón hace un año, se le recomendó que asistiera a la consulta de la doctora López, experta en cardiología, pero Tamara no asistió, ¿Sabe por qué?
-Como lo he dicho no sé lo que le pudo pasar y…en ese instante, divisé bajo la camilla en la que descansaba el cuerpo sin vida de mi mejor amiga, un folio arrugado, miré al forense, sus gafas estaban empañadas, el sudor le recorría la frente, intentó decirme algo pero lo interrumpí para decirle que de qué se trataba dicho folio.                                                                            
El forense lo recogió, a continuación empezó a leer:
-Tamara Rey, 19 años, problemas de corazón, restos de ADN desconocido en sus uñas y…-de su boca salieron algunas palabras entrecortadas, su respiración aceleró, por fin pudo terminar la frase- muestra tierra en sus pulmones.
-¿Qué quiere decir?- pregunté sobresaltada.
-¡Fue enterrada viva!, ¡Tamara fue enterrada viva! ¡A mi hermana la asesinaron!-dijo a gritos una voz desde el fondo de la habitación. Era Alba, la hermana pequeña de Tamara. Estaba en ropa interior, con rasguños y manchas de sangre por todo el cuerpo, tenía unas ojeras muy marcadas por las que cayeron lágrimas tras decir aquellas palabras, instantes después cayó desplomada en el suelo de aquella habitación iluminada por una débil luz eléctrica y en cuyo centro descansaba el cuerpo de la popular y alegre Tamara.
                                               UNA  HORA DESPUÉS
Sujetaba un café para llevar mientras esperaba que la agente Castro llegase quien me iba a interrogar sobre lo sucedido.                                                                                                                         
Alba estaba en la U.C.I, tenía señales de arma blanca y restos de ADN en sus uñas, como su hermana, todo apuntaba a un intento de violación,  pero no era seguro.                                                                                          
Ahora sin su hermana, ¿Qué sería de ella? Estaban muy unidas, incluso salían en la misma pandilla, no tenían mucha diferencia de edad.
-Señorita Castillo, la agente Castro la espera- me dijo un policía, era joven, seguro que sería uno de los chicos de prácticas, pero, su cara, me resultaba familiar, sus ojos…esos ojos verdes…los había visto antes en otro lugar.
-Sí enseguida voy-respondí.
Entré en una habitación pequeña, había una mesa y dos sillas, una en frente de la otra, en el centro de la mesa había tres velas, era la única iluminación de la sala junto con una ventana, pero al ser de noche no entraba ninguna luz.
-Me temo que el interrogatorio va a tener que ser así, la luz se acaba de ir. Buenas noches soy la agente Castro- dijo una mujer morena de cabello rizado, tendría cincuenta años, su cara reflejaba cansancio, como de estar varias noches sin dormir.
-Buenas noches, soy Alicia Castillo, mi…mi amiga murió esta tarde y...
-No se preocupe, sé toda la historia, tome asiento por favor.- A continuación abrió una carpeta y empezó a leer- Tamara Rey, restos de ADN en sus uñas, problemas de corazón y…-tragó saliva- tierra en sus pulmones.
-Así es, esta tarde me llamaron diciendo que tenía que identificar un cuerpo que había sido encontrado en la playa, no me dijeron quien era pero enseguida supe que se trataba de Tamara.
-¿Por qué?
-Esa playa está a más de 85 Km de aquí, ninguna de mis amigas iría a una playa tan lejos, ninguna excepto la arriesgada Tamara.
-¿Cómo sabía que sería algunas de sus amigas?
-Me dijeron que era una chica joven.
-¿Conocía mucho a la fallecida?
-Sí, era mi mejor amiga, desde pequeñas hemos estado muy unidas, hasta hace aproximadamente un año….se empezó a escapar de su casa, dejó de salir con mis amigas y conmigo e incluso se distanció mucho de Alba, la chica que está en la U.C.I, su hermana pequeña con la que estaba muy unida. Tamara me dijo que su hermana empezó a salir con un antiguo novio suyo y eso le molestó mucho pero a ella a ese tipo de cosas no le daba mucha importancia, es lo que me  resultó raro.                                                                     
Después de más preguntas, les pedí un descanso, aún no me hacía a la idea de que mi amiga se había ido, aquella con  la que compartía tantísimos recuerdos, gustos, secretos…se había marchado, para siempre.                      
Salí de comisaría, mi coche no arrancaba, se había quedado sin gasolina, de repente alguien golpeó la ventanilla de este. Era ese policía que me resultaba tan familiar.
-¿Alicia? Soy el policía de antes si quieres te llevo a casa en mi moto, está aparcado a dos manzanas más abajo- Me miró con una pequeña sonrisa, al ver que yo estaba confusa- No te asustes, ya me conoces, soy…bueno, era el primo de Tamara, nos conocimos en la fiesta que dio por su cumpleaños, ¿Lo recuerdas?- Y decía que lo conocía de algo, lo que no recordaba es que era el primo de mi amiga.
-Si claro, tu nombre era…¿Álex?
- Sí, sí, Álex.
-Pues de acuerdo me voy contigo. En ese instante la radio del coche se encendió sonando a todo volumen, una y otra vez, el estribillo una canción de rock: “Cuidado nada es lo que parece”, mientras los intermitentes del coche parpadeaban al ritmo de la canción que finalmente reconocí, esa canción la empezó a escuchar Tamara hace cuatro meses, cuando cayó en depresión por un tema aún desconocido para mí.                                                  
Menos mal que Álex logró sacarme de allí.
 Me duché, me puse mi pijama y cuando volví al baño, quedé impactada, en el espejo, escrito con pintalabios rosa, el pintalabios de Tamara, aparecía el estribillo de esa canción de rock: “Cuidado nada es lo que parece”
-Madre mía, ¡Ayuda!- grité mientras salía corriendo sin dejar de mirar tras de mí. Minutos después subieron mis vecinos para ver de qué se trataba pero...no había nada. No me lo podía creer ¿Cómo era posible?
Al día siguiente, decidí ir a ver por última vez a Tamara, antes de que la llevaran a incinerar. Quedé con Álex, era su primo, era normal que quisiese ir.                                                 
Cuando lo vi, me llamó la atención un tatuaje con forma de espiral que tenía en la nuca, lo miraba cuando mi móvil comenzó a sonar, abrí el bolso para sacarlo y…
-¡Ahhh!- grité, este estaba lleno de tierra y lombrices, también había pedazos de hielo-¡¿Qué es esto?!- Álex quedó atónico, más que yo.
Nos subimos en su coche donde me llamó la atención varias cosas: en el asiento trasero había un pintalabios rosa, el pintalabios de Tamara, el mismo color del que pintaron eso en mi espejo. Junto a este, había un cuchillo. Miré al policía al que había conocido prácticamente ayer, sus manos estaban arañadas, en el suelo del coche, había una revista de helicópteros, al parecer él pilotaba uno, finalmente vi una foto suya con Tamara, en la misma playa donde fue encontrado el cuerpo de esta. Decenas de preguntas recorrieron mi mente en ese momento. Por fin llegamos, bajé del coche y entré en la sala donde descansaba el cuerpo de mi amiga, no había nadie, sólo ella y yo.                                        
Me acerqué, acaricié su cabello y me percaté de un detalle, tenía en el cuello, el mismo tatuaje que tenía Álex, también me fijé que no tenía uñas, algo raro en ella ya que siempre las tenía muy largas, entonces recordé los rasguños en las manos del joven policía, miré a mi amiga y entonces recordé esa fiesta de cumpleaños, Álex, el chico de ojos verdes, era el novio de Tamara que todas conocimos esa misma noche, también fue un ligue de Alba quien me enseñó fotos suyas, estaba un poco obsesionada con él y al igual que su hermana mayor, coincidía en que tenía unos ojos preciosos. Esto me hizo recordar el momento en el que Alba apareció diciendo que Tamara fue asesinada, en ese instante el forense me decía que mi amiga presentaba problemas de corazón…Álex pilotaba un avión, en el que Tamara se habría montado alguna vez, pero a ella le atemorizaban las alturas, esto podía provocar pequeños infartos…también en el coche de este chico había un cuchillo, Alba tenía rasguños por su cuerpo….y las dos hermanas tenían resto de ADN en sus uñas…todo encajaba:
-¡Álex asesinó a Tamara e intentó hacer lo mismo con Alba!- grité sorprendida. Noté una respiración acelerada detrás de mí, era Álex, tenía en su mano el mismo cuchillo:
-La metí dos días en un congelador, la maldita aún seguía viva, la tuve que enterrar viva para que muriera, pero había una testigo, su hermanita Alba quien escapó de mi, vivirá para contarlo pero la tomarán por loca- tras una breve pausa, recorrió con la punta del cuchillo mi cara- Y tú, tú no vivirás- Alzó el cuchillo y cuando estaba dispuesto a clavármelo unas manos agarraron fuertemente el cuello de Álex hasta asfixiarlo..¡Era Tamara! Tenía los ojos rojos y la piel pálida, me miró y tan sólo dijo:
-Amiga, cuidado, nada es lo que parce- al segundo volvió a caer en esa camilla de metal el cuerpo inerte de Tamara Rey.


Mª JOSÉ MEDINA DEL VALLE. 3ºESO A   


¿Quién es mamá?

Era una noche oscura, sin luna, sin viento, en un pequeño pueblo. El joven Calum vivía solo con su madre, ya que su padre había muerto años atrás en un accidente de tráfico.
Mientras mamá preparaba la cena, Calum jugaba en el piso de arriba. De repente hubo un fugaz apagón, la bombilla de la habitación del chico se apagó y dos segundos después se volvió a encender. Abajo, la televisión dejó de funcionar, la luz regresó pero no se oyó ningún ruido.
Unos segundos después escuchó cómo un vaso se caía al suelo. Se levantó de repente y preguntó:
* ¿Mamá? ¿Estás bien?
Esperó de nuevo pero nada. Silencio absoluto. Cuando se dispuso a bajar oyó el grito de mamá.
*¡AAAAHHHHH!
Calum se quedó totalmente congelado. Su madre, la fuerte mamá protectora que siempre le cuida gritaba de auténtico terror. Antes de poder reaccionar la volvió a oír.
 *¡Calum, baja deprisa! ¡Calum ayúdame por favor!
Este corrió escaleras abajo pero todo estaba oscuro, la luz no había vuelto como en el piso de arriba. Se dispuso a caminar hacia la cocina cuando de repente, una mano le tapó la boca y lo arrastró a un armario y cerraron las puertas. El grito se repetía.
*¡Calum, baja deprisa! ¡Calum ayúdame por favor!
Pero el joven ya no estaba preocupado por su madre, porque ahora estaba con ella. Se giró y vio la cara de su madre intranquila diciéndole que estuviera en silencio. Y así lo hizo mientras se preguntaba ¿quién o que gritaba desde la cocina con la misma voz de mamá?....

Rocío Barragán Moreno, 3º ESO C

Aquí tenemos el resultado de esta actividad.
Pero no os vayáis todavía, aún hay más (HALLOWEEN II-III)