Este año vienen un poco rezagados, pero aquí están. Los niños son otros, pero la ilusión es la misma que años atrás.
Sin más dilación, os dejo algunos de ellos.
Disfruten. ¡Es una orden!
LA ILUSIÓN DEL DÍA DE REYES
Había una vez una niña llamada Ángela, la cual era alta, de pelo largo y castaño, ojos verdes y dientes como perlas, en cuanto a su físico, pero según su carácter es una persona sensible, graciosa, divertida y soñadora. Esta chica tenía la ilusión de poder vestirse de estrella infantil. Años atrás su hermana Natalia había sido estrella infantil, y su prima Elena también lo fue, y a ella, ¿qué le pasaría? Tenía celos de que su hermana y su prima habían tenido la suerte de poder subirse a la carroza y ella todavía no. Ángela siempre le decía a su madre: “mamá, ¿el año que viene me podré vestir de estrella infantil?”, y como ellos no tenían mucho dinero, pues ella le decía: “el año que nos toque la lotería de navidad yo te vestiré de estrella infantil como que me llamo María Rodríguez Quintero.”
Después de dos años, Ángela hizo la 1ª Comunión, y para ella fue el mejor año de todos. Solo faltaba una cosa, y ese mismo año, ya en el mes de Diciembre, Ángela estaba sentada con su familia, nerviosa e inquieta, con los dedos cruzados, escuchando las dulces voces de dos niños cantando los números de la lotería, y cuando dijeron el suyo, Ángela se puso como una loca dando saltos de alegría, pensando en que poquito a poco se estaba haciendo su sueño realidad.
Ya terminado el mes de Diciembre, una semana antes de salir la cabalgata, Ángela estaba muy nerviosa, y fue con sus padres y su hermana a comprar todos los juguetes que iba a tirar durante el recorrido. Estando allí, ella empieza a coger una cosa, se va a otra y la coge, luego ve otra y también la coge…, así hasta terminar.
Ya llegó el día, el día en el que Ángela lo único que tenía que hacer era divertirse y pasárselo bien. Una vez ya preparada, ansiosa y entusiasmada, subió a la cabalgata y empezó a tirar caramelos. Cuando terminó el día se bajó y dijo: “me lo he pasado superbien, pero esto cansa, ¡eh!”. Y feliz, Ángela consiguió cumplir su sueño de ilusión de Reyes.
RAQUEL CABELLO VÁZQUEZ 1º ESO B
LA MAGIA DE LA NAVIDAD
Había una vez una niña pileña que tenía un hermano llamado David; eran unos hermanos normales, todo el día peleándose, pero en el fondo se querían mucho. Su hermano ya sabía que los reyes magos no existían, bueno en realidad sí, porque los padres son personas. Todo ocurrió una semana antes de navidad cuando esa chica descubrió dónde se encontraban los regalos que ella había pedido, algunos materiales y un a papel brillante en el que ponía “Gymkana Mágica” Ella se rio diciendo:
-¿Qué tontería es esta?
De pronto, empezó a sonar la radio, le llegó un mensaje al móvil; primero de todo se asustó y fue diciendo con voz temblorosa:
-¿Quién está ahí?
Al llega a la habitación, se encontró una carta en la que decía:
-Ve el mensaje de tu móvil.
Fdo: Los Reyes Magos De Oriente
Ella, alucinando, decidió ver el vídeo en el que se veían los tres reyes magos: Melchor, Gaspar y Baltasar; lo sabían todo, sus notas del colegio, su comportamiento, su edad, su nombre…. Asombrada, decidió decírselo a sus padres:
-¡Papá, mamá, hermano mirad esto!-enseñándole el vídeo.
-Hija, son los reyes magos, mañana saldrán las cabalgatas; en el momento que pasen por casa, aparecerán por magia los regalos.
-Pero papá, ¿Cómo va a ser eso, si los reyes magos están montados en las cabalgatas?
-Pues porque esos no son los reyes magos, son sus ayudantes, necesitan entretener a los niños para que ellos, entre en las casas y dejen los regalos.
-¿Y, qué más da si los vemos?
-Pues, que no habría magia, la infancia se rompería y los reyes magos no traerían más regalos.
-Ah, entonces disfrutaré de las cabalgatas y después abriré los regalos.
-No, antes tenemos que reunirnos con la familia y tomar el roscón y chocolate calentito, y a quién le toque la sorpresa que lleva dentro el roscón, tiene que pagarlo.
-¿Y, qué es el roscón?
-Es un dulce con forma de donut gigante para compartir en familia, típico de navidad.
Después de comer el roscón, le llegó otro mensaje al móvil que decía:
Familia, esperamos que os gusten los regalos y que hayáis disfrutado del día con la familia y de cabalgatas pero….para esto, hay que creer en nosotros….
FIN
Anónimo, 1º ESO
LA GRAN ILUSIÓN
Erase un vez una niña llamada Valeria, tiene 12 años y
vive en Pilas, un pueblecito de Sevilla. Como cualquier niña
va al colegio y allí tiene muchas amigas. Tiene dos
hermanas: Alicia y Coral.
Valeria es una niña alta, con los
pelos rizados y rubia, es encantadora y muy nerviosa.
Su gran afición es la música y el baloncesto y la fiesta que
más le gusta es la navidad.
Como se estaba acercando el día de navidad Valeria
estaba muy nerviosa porque tenía ganas de que llegase
las vacaciones, pero antes quería hacer una misión o algo
especial para ayudar a alguien pero no sabía qué hacer.
Un día la maestra decidió hacerles una carta a los niños
que por mala suerte están en el hospital y Valeria tenía
muchas ganas de hacérsela porque esa era su misión
especial, ayudar a una persona que por desgracia está en
el hospital ese día tan bonito
Valeria se fue para su casa y empezó a ver cómo podía
hacer esa carta para hacer feliz a una persona y empezó
a escribir. Cuando la tenia escrita fue a comprar
materiales para decorarla súper bonita y para hacerle un
regalo. La carta la hizo en forma de árbol de navidad y por
delante en forma de pingüino y le metió un llavero súper
especial.
Al siguiente día se la entregó a su maestra y la maestra
cogió todas y las envió al hospital.
Cuando pasaron varios días, Valeria estaba ansiosa
porque quería saber quien la había recibido y como no se
lo podían decir porque no lo sabía pues decidió ir por si
misma al hospital el día de navidad.
Ese día fue con su
familia al hospital y la madre estaba un poco en
desacuerdo porque no sabía nada de los niños ni con
quien le había tocado ni nada pero fue de todas
formas.
Estando en el hospital Valeria llamó a una enfermera para
que le dijera si sabía algo de su carta y la enfermera sabía
en que planta estaban todas las cartas repartidas pero no
a que niño le había tocado la suya. La enfermera les guio
hasta la planta y Valeria se puso a buscar su carta.
Era de noche y no había ningún resultado de la carta y el
hospital tenía que cerrar.
Valeria se escabullo y se escondió en un armario del
hospital y le dijo a su familia que ella se iba a esconder
que se fueran y el próximo día la recogieran.
Valeria se escondió, cerraron las puertas y cuando se
fueron todos y no había nadie salió del armario.
Empezó a buscar y vio una luz que se iluminaba en una de
las habitaciones ella entro y se encontró a una niña con
la carta y todo.
-hola me llamo Valeria esa carta la he escrito yo y me he
llevado toda la mañana buscándote a ti –dijo Valeria
- hola me llamo Laura, muchas gracias por la carta me ha
animado bastante, me gusta mucho y el llavero es, muy
especial cuando estabas cerca de mí a empezado
alumbrar – dijo la niña de la carta
- me alegra un monto, ese llavero parece como la estrella
de oriente que guio a los reyes magos para encontrar al
niño de dios jajaj – dijo Valeria
Las dos empezaron a reírse, cuando terminaron de reírse
Laura tuvo sueño y se durmió. Valeria se quedo con ella.
Al siguiente día era navidad y Valeria y su familia se
quedó a celebrarla con ella.
Laura estuvo muy
emocionada porque fue el comienzo de una bonita
amistad.
Valeria estuvo muy contenta y ese recuerdo se le va a
quedar para siempre, porque si te propones unas metas
siempre las vas a conseguir y Valeria se puso la meta de
encontrar a esa persona y hacerle el día más bonito de su
vida.
Mª José Gil Lara, 1º ESO
EL MEJOR ÁRBOL DE NAVIDAD
Celia era una niña cuyos padres tenían
bastante dinero. Ella le ponía pegas a todo y nunca estaba conforme con lo que
tenía. Sus padres y ella vivían en una casa grande y hermosa en el centro de
Madrid. Sus padres eran médicos y trabajaban en un importante hospital.
Ese año, a principios de diciembre,
Celia pidió a sus padres un árbol de Navidad para decorarlo con bolas y cintas
de colores. Al llegar a la tienda, los padres de Celia preguntaron por el árbol
más grande y frondoso, el vendedor les dijo que tenía uno, pero que era el más
caro de la ciudad. Al verlo tan bonito y al pensar en cuánto le gustaría a su
hija lo compraron.
Cuando Celia vio el árbol en su casa
empezó a decir que era horrible, que sus ramas eran muy feas y que ahí no
pondría ni una sola bola. Sus padres trataron de explicarle que era el más bonito
de la tienda y que no lo podían descambiar. Celia siguió estando disconforme y poniendo
más y más pegas. Sus padres le dijeron que no se iban a gastar más dinero y se entristecieron
bastante. A la mañana siguiente sus padres se fueron a trabajar, era sábado y Celia
se quedó viendo la tele, pero cuando se aseguró de que sus padres se habían
ido, cogió el árbol y lo llevó a un vertedero.
Marina era una niña cuyos padres eran pobres.
Ella estaba siempre alegre y era muy optimista. Sus padres, sus hermanos y ella
vivían en una casita construida por ellos mismos con palos de madera y tablas junto
al vertedero. Marina todos los días daba una vuelta por el vertedero (ya que no
le podían pagar el colegio) para ver si había algo útil o que le gustara.
Cuando vio el gran árbol se quedó asombrada. ¿Cómo podía haber terminado ese
árbol allí?, pensó. Sin pensárselo dos veces lo cogió y se lo llevó a su casa.
Allí su familia se puso muy contenta .En cambio, los padres de Celia se
enfadaron cuando al llegar a casa no vieron el gran abeto en el sitio en el que
lo habían colocado y le dijeron a Celia que esas navidades tan solo tendrían el
pequeño árbol de plástico de otros años. Celia siguió disconforme como siempre.
El 5 de enero toda la familia encontró
unos regalos fantásticos. A Celia los Reyes Magos solo le regalaron un saco de
carbón con una nota que decía: espero que aprendas a apreciar lo mucho que
tienes. Después de reflexionar sobre la nota Celia decidió ir a buscar el árbol
para volver a llevárselo a su casa. Al no encontrar su abeto empezó a llorar. Marina,
al verla llorar fue con ella y la invitó a merendar en su casa porque empezaba
a hacer mucho frío. Cuando entró en la casa de Marina, Celia descubrió que su
árbol se encontraba allí decorado muy sencillamente pero con un aspecto muy
bonito. Se les hizo tarde y Celia llamó por teléfono a sus padres para que fueran
a recogerla. Desde ese momento hubo una gran amistad entre las dos familias,
Celia aprendió a apreciar todo lo que tenía y los padres de Celia ayudaron a la
familia de Marina económicamente; así Marina y sus hermanos pudieron ir al
colegio y la familia de Marina pudo tener una casa un poco mejor.
FIN
María de la Cuesta Rodríguez 1ºESO-A
EL LOCO DE LAS UVAS
Me llamo
David hoy es noche vieja. Tengo cierto
miedo porque todavía no tengo regalos para María y Javier. Solo tengo un saco
de uvas caducadas del pasado año que compró mi madre fallecida recientemente.
Fue una pena muy grande y ella me ayudaba a comprar los regalos. Menos mal que
tengo a mi mujer Luisa. Hoy es 31 de Diciembre y todavía estoy tendido en mi
cama a las 17:30h. Entre sorbido y sorbido de un té caliente Luisa ME
preguntaba:
-¿Qué has
comprado para mí?
-Hoy he
visto el bolso que tanto te gustaba pero
estaba a 1.320 euros y como comprenderás, no puedo permitírmelo.
-¿Entonces?-.
Preguntó con cierto desanime.
-Tendré que
ir hoy a ver los regalos, dije dándole una leve bofetada a la cama. En ese
mismo instante, entró en la habitación maría
Javier gritando:
-¡Papa,
Mama! ¡Hoy es noche vieja!-. ¿Comeremos con la abuela? Preguntaba Javier. En
ese mismo instante rompí a llorar, ¿Pasa algo? Preguntó María.
Ellos
todavía no sabían que su única abuela con vida Melisa había muerto hace 4 días.
-No, nada nada,
dije disimulando. ¿Entonces comeremos? Preguntó de nuevo Javier.
-¡No! Dijo
groseramente Luisa que estaba a un poco cabreada con los peques.
Los chicos
salieron muy rápidamente de la habitación en cuanto le dije que les había
preparado una tarta de chocolate para desayunar.
5 minutos
después salimos para Sevilla a comprar los regalos sin los pequeños. Vimos una
playstation,
La cual
quería Javier. También vimos una muñeca grande, ya teníamos regalos para los
dos. En ese instante toda mi vida cambió para bien. Me llamaron del trabajo, me
habían ascendido, me llamó un médico, mi prima Marta ya se había curado del
cáncer. Todo era muy feliz hasta que llegaron las uvas. Íbamos por la séptima
campanada cuando un ladrón nos asaltó:
-¡Dadme todo
lo que tengáis! Dijo varias veces. Los chicos se metieron debajo de la estufa
como dos conejos agazapados . Todo lo que se llevó fue 1 reloj, 2 canicas y,
¡las uvas! Todo era muy raro. Le preguntamos que le pasaba y vimos como una
lágrima le salía del ojo izquierdo.
-En estas
fechas tan bonitas todo el mundo tiene con quien estar, menos yo. Dijo con voz
bajita y casi llorando.
-¿Cómo? Dije
al escuchar sus palabras.
-No pasa
nada, dijo Luisa ofreciéndole un té. Desde ese momento, Ron que así era como se
llamaba, Ron y yo somos prácticamente inseparables. Todos éramos muy felices y
todas las navidades comemos juntos.
JAVIER MORENO CAMACHO.
EL ESPíRITU NAVIDEÑO
El 24 de Diciembre una familia muy
cruel abandonó a su perro al que maltrataba, este se llamaba Coco. Coco
acostumbrado a la vida doméstica lo paso muy mal en la calle, ya que los otros
perros le mordían y los gatos le quitaban la comida, etc. En Febrero Coco no
era un perro fiel, bueno, agradable,… Ahora era el más cruel de los perros, ya
tenía miedo de las personas, no confiaba.
Un día una feliz niña llamada
Carolina, lo vió, Coco tenía un pata rota .El perro tenía miedo de Carolina y le
ladraba intentando que la niña se fuera, pero a ella le da igual, Carolina
quería ayudarle. Ella al ver que Coco no le dejaba acercarse, fue a su casa a
por comida, agua y una manta. Eso lo hizo varios días. Poco a poco el perro
empezó a caminar al igual que a coger confianza con Carolina, hasta el punto de
quererla como si fuera su familia. Cuando ya tenían un vínculo especias
Carolina y Coco fueron a casa de los padres de la niña y Carolina bañó al
perro, además lo escondió en el sótano para que tuviera un hogar. Carolina le
preparó el sótano como una casa de perros lujosos.
El 25 de Diciembre Carolina les
presentó a sus padres a Coco. Sus padres, al igual que Coco estaban asustados.
Los padres empezaron a hacerle muchas preguntas y la niña se lo explico todo.
Los padres enfadados echaron al perro o al menos eso pensaba Carolina.
El 6 de Enero, día de Reyes había bajo
el árbol una gran caja en la que ponía “PARA CAROLINA”, la niña con mucha
ilusión la abrió y pareció su querido amigo Coco.
Por fin Coco encontró a una familia muy
buena y que le quería muchísimo.
María
Montero Rodríguez 1ª ESO_A
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